Decir que fue un placer sería quedarme corto con las palabras, podría describir un fabuloso momento, en singular, sin embargo lo que contó en este caso fue toda la experiencia. Para todo hay una primera vez, y debo confesar que la incertidumbre me invadía el primer día que estuve frente a un grupo como este, al que hoy me dirijo con una gran alegría.
Siempre se debe de esperar lo inesperado y no siempre lo que no se espera es agradable, en esta ocasión sucedió lo contrario. Las experiencias vividas son ausentes a un pensamiento lacónico que pudiera salir de mi boca. Se les agradece profunda y sinceramente los sacrificios que hicieron a lo largo de estas cinco sesiones que cual discípulos de Houdini transformamos en diez.
Espero los caminos se crucen en alguna ocasión lejana o temprana, cuenten con un servidor si necesitan ayuda de cualquier tipo. Al final creo que todos fuimos víctimas de epifanías distintas que le dieron un significado particular a nuestros aprendizajes.
Y dejando de redundar por un momento en los caminos de este accidentado pensamiento, quiero extenderles estas palabras que resumen de la mejor manera un agradecimiento: ¡Muchas Gracias!
Atentamente
Juan Manuel Sánchez Rascón